Si es buena y verdadera, transmite confianza en uno mismo y sentimiento de gratitud.


Según el Diccionario de la Real Academia la amistad es “afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato”.

La amistad es una relación de reciprocidad, para que se produzca es necesario que ambas partes lo deseen. Es imposible mantener una relación con alguien si la otra persona no lo desea.

Este tipo de relación se basa en la entrega desinteresada, dar sin esperar nada a cambio, en la sinceridad, la ayuda y el afecto mutuo. Es un intercambio de sentimientos con otra persona, compartir confidencias, experiencias, emociones, sufrimientos, alegrías, éxitos, fracasos, etc. Un sinfín de sentimientos que nos hace estar en sintonía con la otra persona, sentirnos comprendidos y escuchados, y saber que podemos contar con su apoyo y ayuda cuando lo necesitemos. Los amigos disfrutan de la compañía mutua.

Las relaciones con los amigos si son buenas y verdaderas, transmiten confianza en uno mismo, sentimientos de gratitud, aumentan la autoestima y fortalecen la personalidad. Relacionarnos con los demás y tener verdaderos amigos es muy positivo para crecer y desarrollarnos como personas.

Tenemos que distinguir entre amigos verdaderos y amistades superficiales con quienes podemos divertirnos y pasar momentos muy agradables pero, sin llegar a intimar.
2. Características de la amistad


La auténtica amistad lleva implícito una serie de características:

- Confianza, sinceridad y lealtad. La amistad ha de ser fiel, confiar en nuestro amigo y saber que podemos contar con él cuando lo necesitemos. Ha de ser sincera y debe existir confianza para mostrarnos con naturalidad, tal y como somos y pensamos, sin miedo a no ser aceptados y sin tratar de impresionar.

- Interés por el amigo. Debe existir un verdadero interés por nuestro amigo, preocuparnos por sus asuntos, compartirlos y aconsejarle cuando así lo requiera la ocasión. Interesarnos en el bienestar del otro y en todo aquello que le preocupa o le interesa.

- Sacrificio. La amistad supone sacrificios, porque supone entrega y esfuerzo por compartir y dar. Unas veces consistirá en dar parte de nuestro tiempo, otras de nuestra paciencia, escuchar, orientar, ayudar, apoyar, consolar, etc.

- Generosidad. Debemos ser generosos a la hora de compartir, no centrarnos sólo en las cosas materiales sino también en los sentimientos o en todo aquello que se espere de nosotros.

- Respeto. Respetar la forma de pensar y de ser de nuestro amigo y permitirle ser él mismo, aceptándolo tal y como es, sin condiciones.

3. Cómo ser un buen amigo


Para ser un buen amigo es fundamental tener una buena comunicación con los amigos, saber escucharles y llegar a entenderlos.

Debemos buscar el bien de nuestro amigo y tratar de proporcionarle momentos de entretenimiento y diversión con nosotros. Mantenernos alegres y transmitir buen humor, son aspectos muy importantes en cualquier relación y además, es muy gratificante para todos.

Tras un enfado no podemos guardar rencor sino perdonarnos con rapidez.

4. ¿Por qué hay personas sin amigos?


El ser humano es social por naturaleza, crece y se desarrolla relacionándose con otras personas, de ahí que lo normal sea que nos guste tener amigos y compartir nuestra vida, anhelos y aficiones con ellos.

Pero no siempre sucede así. Hay quienes encuentra auténticas dificultades para relacionarse con los demás y esto se debe a diversos motivos: excesiva timidez, temor a no ser aceptados, falta de habilidades sociales, etc.

Sin embargo, el problema es mayor cuando se debe a problemas de baja autoestima. Personas que no tienen amigos porque consideran que no tienen nada que ofrecer y que ninguna persona, va a encontrar en ellos algo interesante o atractivo para desear mantener una relación de amistad con ellos. En tales casos, estamos hablando de personas con serios problemas de autoestima y con un gran complejo de inferioridad que deberían consultar con un profesional.

También poseen dificultad para relacionarse aquellas personas que poseen un trato mezquino con los demás, son personas que tienden a humillar, ridiculizar y que se mofan continuamente de los demás.

O aquellas otras que no respetan opiniones y pensamientos contrarios a los suyos, que se exaltan cuando le contradicen y que nunca muestran admiración o aprobación por las actitudes de otros, no son capaces de valorar ni reconocer los méritos de otras personas, sino todo lo contrario, sienten envidia por los triunfos o logros de quienes les rodean. Tampoco son capaces de mostrar afecto por nadie.